Los diseños pedagógicos más habituales en un LMS

Para cada acción formativa empezamos por un diseño pedagógico o instruccional que nos va a proporcionar el marco conceptual que determinará qué enseñar y cómo enseñarlo en función del alumnado al que va dirigido y de la materia a impartir.

 

Se basa en preguntas como: ¿para quién es adecuada esta formación? ¿qué necesitan conocer? ¿qué estrategias utilizaré? ¿qué tipo de aprendizaje implementaré? ¿por qué?.

Este andamiaje nos permite concretar los objetivos, relacionados con la evaluación, que responderán a las preguntas de qué queremos conseguir con ese material, con esas actividades y en el tiempo que hemos acotado. De ahí surgen, inevitablemente, los resultados de aprendizaje que actúan como vínculo entre las actividades, la evaluación y los resultados. Son los conocimientos, destrezas y actitudes que el estudiante conseguirá al finalizar la formación y que permite hacer evidentes los resultados previstos y que el estudiante conozca de antemano a qué retos se va a enfrentar. Entonces podemos pensar en los materiales que utilizaremos (vídeos, webinars, artículos, libros de texto, etc.) serán los que permitan transmitir la materia para conseguir esos resultados de aprendizaje y nuestros objetivos.

 

Todo este trabajo previo, este diseño, nos sirve para conseguir que el aprendizaje se produzca. Es nuestra forma como docentes de poner a disposición de los estudiantes los recursos necesarios para que florezcan. Y cada fase de este diseño tiene un encaje perfecto en las plataformas. Imagina una casa con muchas habitaciones, cada una con sus puertas y cerraduras. Necesitarás la llave adecuada para poder abrir cada puerta. Bien, la plataforma es la casa con sus habitaciones y sus puertas y cerraduras. Cada apartado del diseño de tu actividad formativa es una llave que abre una de las puertas.
Todos los cursos tendrán recursos comunes en la plataforma, como son las herramientas de comunicación asíncrona habituales (tablón de anuncios, correo electrónico, foros de debate), la pantalla de inicio para facilitar la navegación y mostrar las indicaciones pertinentes o los sistemas de evaluación específicos para cada diseño. Muchos de los recursos, aunque sean comunes, tendrán un peso específico, además de una configuración diferente, en cada uno de los diseños. Este peso será mayor o menor en función de su importancia de uso en ese curso concreto. Por ejemplo, en un curso basado en el autoaprendizaje no será necesaria la videoconferencia y la presencia de foros de debate será secundario. En cambio, las distintas formas de autoevaluación serán fundamentales.

 

Veamos esos tres diseños pedagógicos y sus necesidades de funcionalidades en la plataforma.

Como he comentado antes, una actividad formativa puede contener los tres diseños pedagógicos combinados, predominar uno más que otro o ser impartidos desde un diseño único. Sólo la detallada planificación nos indicará lo más correcto para que el aprendizaje se produzca. Tras esto, sólo nos queda elegir la plataforma más adecuada a nuestras necesidades presentes y futuras y comprobar que tiene todas las funcionalidades que vamos a necesitar.
Las plataformas son importantes porque nos permiten ajustar nuestro diseño de los cursos que vamos a impartir en un lugar donde alojarlos para que todo encaje y el aprendizaje se facilite.
Si diseñamos bien nuestras actividades formativas podemos utilizar todas las posibilidades que nos ofrecen las plataformas, podremos imbricar nuestro diseño de cursos en ellas convirtiéndonos en un centro de aprendizaje. La elección de una plataforma, entonces sí, se torna vital para conseguir empezar a ayudar a aprender a los aprendices y dejar de entretener a nuestros estudiantes.
¿Entiendes ahora la importancia del buen uso de las LMS para el aprendizaje?
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