Imagen de Pixabay Autor: MemoryCatcher
Autora: Georgina Cherta
Docente online y experta en Diseño pedagógico.
Acreditación y Dirección de proyectos e-learning y b-learning.
Merendaba con mi amiga Clara en una coqueta cafetería del centro de la ciudad. Clara es docente virtual independiente desde los inicios de internet y el mundo de la formación online. Un tiempo en el que aún no existían las redes sociales y hablar de e-learning era como hablar de extraterrestres. Es una buena docente que adora su profesión. Sus ojos se iluminan cuando habla de sus formaciones y de sus alumnos. Lo suyo es vocacional. Lo sé porque me formé con ella.
Me contaba cómo el uso de Moodle de forma generalizada estaba entorpeciendo su trabajo. Me trasladó su decepción y su pérdida de entusiasmo en cada proyecto educativo en lo que denominó “una escalada a la inefectividad, la pasividad y el conformismo”. Dijo que “la formación hoy día no es efectiva porque a los docentes no se nos dan los medios para poder hacer lo que realmente podemos hacer: fomentar el aprendizaje”. Me decía que “un profesor no enseña, sólo puede poner a disposición de los estudiantes los recursos necesarios que les permitan florecer. En realidad, no existe la docencia, sólo existe el aprendizaje. Y si los docentes no disponen de las herramientas correctas, no pueden hacer lo que mejor saben hacer, fomentar la curiosidad por aprender, permitir que el aprendizaje ocurra”.
Las palabras de Clara me hacían pensar en lo paradójico de la situación. Cuando parece que dominamos la formación online, resulta que estamos cometiendo un gran error.
Y me preguntaba de qué forma elegir una plataforma u otra influía en el trabajo de los docentes y en el aprendizaje de los estudiantes.
Me contaba cómo el uso de Moodle de forma generalizada estaba entorpeciendo su trabajo. Me trasladó su decepción y su pérdida de entusiasmo en cada proyecto educativo en lo que denominó “una escalada a la inefectividad, la pasividad y el conformismo”. Dijo que “la formación hoy día no es efectiva porque a los docentes no se nos dan los medios para poder hacer lo que realmente podemos hacer: fomentar el aprendizaje”. Me decía que “un profesor no enseña, sólo puede poner a disposición de los estudiantes los recursos necesarios que les permitan florecer. En realidad, no existe la docencia, sólo existe el aprendizaje. Y si los docentes no disponen de las herramientas correctas, no pueden hacer lo que mejor saben hacer, fomentar la curiosidad por aprender, permitir que el aprendizaje ocurra”.
Las palabras de Clara me hacían pensar en lo paradójico de la situación. Cuando parece que dominamos la formación online, resulta que estamos cometiendo un gran error.
Y me preguntaba de qué forma elegir una plataforma u otra influía en el trabajo de los docentes y en el aprendizaje de los estudiantes.